Rostro I

Esta obra es una fusión de realismo y surrealismo, donde la pintura al óleo se convierte en un portal a un mundo metafísico. La calidez de los tonos terrosos contrasta con el azul del pensamiento, invitando a la reflexión introspectiva. Cada pincelada es una meditación sobre la naturaleza efímera de la existencia y la belleza eterna del espíritu humano. Al llevar esta pieza a su hogar, infundirá una atmósfera de profunda contemplación y serena belleza.